miércoles, 3 de septiembre de 2014

EL HOTEL REINA VICTORIA

"... Los ingleses han tenido la maldita idea de instalar aquí un hotel excepcional en el que de hecho estoy viviendo. Es lujoso y cómodo como ya alguno lo querría para él ". Esto es un extracto de una carta que el poeta alemán Rainer María Rilke escribió en el invierno de 1912 a un amigo, desde su habitación del Hotel Reina Victoria de Ronda. 


El gobierno español dejó en manos de la compañía inglesa "The Algeciras Railway Company Limited", las obras de la línea férrea Algeciras-Bobadilla. Unas obras que fueron muy complicadas debido a la orografía del terreno. El director en España de la compañía, Sir Alexander Henderson, pensó así mismo que sería conveniente construir dos hoteles, uno en Algeciras y otro en Ronda, para hospedar a los ingenieros y posteriormente a los viajeros. Para ello creo la compañía "The Iberian & Hotels Company" y decidió bautizar al hotel del Algeciras con el nombre de la reina española María Cristina, madre del rey Alfonso XIII y al de Ronda con el nombre de la reina Victoria Eugenia, esposa del mismo rey. El diseño de ambos hoteles corrió a cargo de los arquitectos ingleses Thomas Edward Collcut y Stanley Hamp, pero las obras las dirigió realmente el arquitecto de la compañía James Thomson, porque los otros dos no pisaron jamás la península ibérica. Los dos edificios se construyeron basándose en la estética de los cottages ingleses.  Un anacronismo arquitectónico dentro del casco histórico de una ciudad con la importancia histórica y patrimonial de Ronda, en el caso del Reina Victoria y menos impactante en el caso del hotel Reina Cristina de Algeciras. De este hotel, que ha sufrido una vida diferente a su homólogo de Ronda, intentaremos algún día escribir un post. 
A esos arquitectos que, desde su estudio de Londres, diseñaron el Hotel Reina Victoria, obviamente les importaba muy poco destrozar para siempre el paisaje de la Serranía, aunque hoy, sin embargo, sería imposible pensar en el "skyline" de la ciudad sin la presencia de este edificio tan querido y vivido por los rondeños.  La compañía  también proyectó la avenida que transcurre entre la estación y el hotel y un camino, entre lo escarpado del Tajo, que une la Alameda y los jardines  del hotel para que los huéspedes no tuvieran que pasar por lo que hoy es la avenida de Jerez y que entonces eran unos terrenos dedicados a porquerizas y cuadras.  Desde un principio  todos le llamaron "El camino de los ingleses" (nada que ver con la novela de Antonio Soler y la posterior película de Antonio Banderas). 
El hotel se decoró al más puro estilo inglés. Evidentemente en Inglaterra existen estilos diferentes, tanto en arquitectura como en interiorismo. Estilos asociados a las épocas en las que se desarrollaron y que normalmente llevan el nombre de los reyes o el apellido de los que gobernaban en ese momento... Eduardiano, Tudor, Windsor, Victoriano... Pero en el caso de este establecimiento que estamos analizando, el estilo que se utilizó es con el que los ingleses se sienten más identificados, el que más usaron en sus colonias y en sus casas desde que se instauró, de ahí que hablemos "del más puro estilo inglés". Un estilo que además casualmente  no se denomina con nombre ni apellido real y es el primer estilo decorativo que se conoce bajo el nombre del artista que lo creó, Thomas Chippendale (Yorksihe 1718-Londres 1779). El estilo Chippendale supuso la culminación de la época de máximo esplendor del mueble anglosajón, conjugando las ideas esenciales de todos los estilos anteriores y posteriores. 
No todo el hotel Reina Victoria estuvo íntegramente decorado en este estilo, hubo en él otras influencias, aunque ninguna española ni andaluza. De todas formas, esto hubiera supuesto otro anacronismo más que hubiera terminado por despistar del todo a los huéspedes. 
En los años sesenta del pasado siglo el hotel sufrió una gran reforma y aunque no afectó al interiorismo de los salones principales y de las habitaciones, si cambió la estructura del edificio y supuso el segundo anacronismo efectivo, ya que el ala norte reapareció con toda la apariencia de un hotel de los Alpes suizos. A pesar de eso, el establecimiento insignia de Ronda hasta la construcción del Parador, siguió manteniendo ese aire inglés acogedor y quizá decadente. Se siguieron manteniendo los suelos de madera (algo totalmente infrecuente en Andalucía), los espejos con molduras doradas, las chimeneas, los sillones orejeros y los papeles pintados en las paredes. 
Después de la absoluta dejadez en la que estuvo sumido el establecimiento en los años en los que perteneció a la cadena HUSA, el establecimiento pasó a la cadena hotelera de capital catalán Catalonia. En el año 2012, la nueva firma lo redecoró totalmente y sepultó toda la pátina inglesa y colonial, todo vestigio de otra época, todos los recuerdos de la burguesía rondeña que había utilizado durante décadas el Hotel Reina Victoria para sus bodas, bautizos y comuniones. Pero la historia no acaba aquí. 
Suponemos que debido a las críticas de los visitantes, que esperaban encontrar el sabor y el encanto de un lugar mítico, a las protestas de los rondeños o quién sabe qué, pero el caso es que al año siguiente, es decir el año pasado, Catalonia, decide redecorar otra vez el Reina Victoria. No es que le hayan devuelto toda la escenografía colonial inglesa, porque tampoco creemos que hubiera sido lo adecuado, pero al menos se han rescatado las chimeneas, algunas lámparas de araña, algunos espejos y se ha colocado papel pintado con uvas y pámpanas en algunas habitaciones como presencia testimonial, en forma de cabeceros. Dos vitrinas exponen algunas muestras de lo que fue la cubertería original, pero estas no están colocadas en el sitio que les corresponde y casi mejor que ese ajuar se hubiera guardado. Las paredes de algunos pasillos también se han empapelado, en este caso con rayas, también muy del gusto anglosajón y se ha habilitado una sala de reuniones que se ha decorado como se supone que estuvo decorada en su origen. En esta sala todos los muebles son del estilo que creó el ebanista Chippedanle, aunque también han fallado en las cortinas y en las barras de las que cuelgan. El resto del mobiliario del hotel es de diseño moderno. Algunos adornos y jarrones tampoco nos parecen correctos, pero como ya hemos escrito otras veces, sabemos que los equipos de interioristas que trabajan para grandes empresas están sujetos a los elementos que estas empresas compran en masa para todos sus establecimientos.  La fusión como siempre está sujeta a mil interpretaciones...
Larga vida a este hotel al que acuden alemanes exclusivamente para releer a Rilke sentados plácidamente en los jardines mientras el sol se oculta por las cumbres de la Serranía, donde se siguen vistiendo los toreros de la Goyesca y donde gente que tanto hemos amado fueron aquí un día felices.
Desde andaluciainteriors agradecemos la amabilidad con la que los empleados del Hotel nos han tratado, pasándonos, entre otras cosas, el enlace para poder obtener las fotos que ilustran este post. 
"... He buscado por todas partes la ciudad soñada y al fin la he encontrando en Ronda. No hay nada más inesperado en el mundo que esta ciudad salvaje y montañera". Rainer María Rilke.

Hotel Catalonia Reina Victoria. Calle Jerez 35. Ronda
www.hoteles-catalonia.com
reinavictoria@hoteles-catalonia.es









El Hotel Reina Victoria y la ciudad de ronda a Rainer María Rilke

Blogging tips