martes, 4 de noviembre de 2014

EL HOTEL CALA GRANDE



La arquitectura popular, en general, responde a factores económicos, sociales y climatológicos. En el caso de Almería, al ser un lugar con recursos materiales limitados y climatología radical, las construcciones están resueltas con el mínimo de elementos posibles y renuncian a cualquier forma prescindible. Es posible que sea aquí, más que nunca, donde podemos hablar de arquitectura esencial, tanto en forma, como en economía de medios y resultados. La falta de artisticidad es el principal motivo por el cual la arquitectura popular tiene tanta influencia en los pioneros del llamado "Movimiento Moderno".
El Minimalismo, que en arquitectura muchos autores  incluyen dentro del Movimiento Moderno, basa toda su filosofía en la simplicidad formal, en la sobriedad y el rechazo ornamental. Kandisnky, Malevich, Mondrian, los proyectos de la  Walter Gropius, Mies van de Rohe o Le Corbusier, serán la génesis de esta nueva condición artística que nace en el siglo XX. Ellos desvelaron los aspectos más puramente estructurales, compositivos y conceptuales del nuevo arte. Mies van de Rohe, uno de los maestros de esta modernidad, acuña su famosa frase "menos es más" y esta ondea como una bandera que define el Minimalismo como hijo de la reducción plástica y estética. Este estilo estricto y reductivo lo plasma el arquitecto alemán en el Seagran Building de Nueva York, innaugurado en 1958.
La sobriedad y el rechazo ornamental, la neutralidad y la desnudez, el orden en su máxima expresión, la esencia de la geometría: El Minimalismo.
La casa del Cabo de Gata es una edificación simple, compacta y funcional. Desnuda. Una forma cúbica de paredes blancas, que se adapta al medio en una simbiósis natural estética que hace de la estampa resultante un conjunto armónico. Bajo  estos parámetros, Pablo Moreno Mansilla, hermano del desaparecido Luis Moreno Mansilla, del tandem Tuñón y Mansilla, construye el Hotel Cala Grande. Este hotel de cuatro estrellas situado en las Negras, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata, es según algunos la obra más rotunda y completa de este arquitecto. Aquí ha desarrollado hasta las últimas consecuencias todo tipo de combinaciones de paralelepípedos que se entrecruzan y entremezclan, creando espacios de un blanco inmaculado.  No podríamos afirmar que la influencia de edificios de hondo calado minimalista construídos por su famoso hermano, como el hotel Atrium de Cáceres, tengan algo que ver en esta obra. La influencia de la arquitectura vernácula almeriense ha sido sin embargo de obligado cumplimiento. Independientemente de la normativa a la que están sujetas todas las construcciones de Cabo de Gata, por tratarse de un parque natural, muchas habrían sido las opciones. Por supuesto el indestructible monstruo del Algarrobico no está entre ellas, porque como sabemos este horror no está oficialmente dentro del parque e incumple todas las leyes.  
Las habitaciones del Hotel Cala Grande se asoman al mar Mediterráneo, la luz entra a raudales y el blanco y el azul habitan en los interiores. Sin embargo, extrañamente,  el salón con la célebre chimenea "girofocus", de Dominique Imbert, no tiene ventanas. Este salón está separado del  pasillo por unos paneles blancos movibles, pero no entendemos su significado.  Nos comenta el director y copropietario del hotel, Oriol Sistach, que el diseño de interiorismo lo ha llevado a cabo la misma empresa que lo ha construido, Calabergantín Estudio. ¿Ha sido el propio arquitecto el interiorista?
Hemos comentado varias veces en este blog, la relación forzosa que existe entre el exterior y el interior. Hemos argumentado que la desnudez del desierto y la arquitectura popular almeriense, el cubo y el blanco, han sido fuente obligada donde ha bebido este arquitecto. Sabemos, por nuestra larga experiencia profesional, que la mayoría de los arquitectos no quieren abandonar allí donde deben... Las butacas Swan tapizadas en rojo de Jabobsen, están catalogadas por algunos autores como una de las mejores muestras del mobiliario minimalista, pero en el vestíbulo del Hotel Cala Grande, junto a la mesita de cristal y acero E-1020 de Eileen Gray, no hacen absolutamente nada más que ensuciar tanta arquitectura estudiada. Así mismo, los cuadros, algunas lámparas y esos cojines que simulan piedras y en los que dudamos se siente nadie a esperar, nos parecen muy pobres.
La calidad de la pobreza voluntaria, así definen los japoneses el minimalismo, pero no se deben confundir los términos.

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